Programación y Robótica


Resulta necesario que nuestras escuelas se transformen en escenarios desde donde se construya conocimiento que sirva a los estudiantes para insertarse en la cultura actual y en la sociedad del futuro, promoviendo la integración de saberes emergentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Nuestro país incluye la programación y la robótica en sus planes de estudios, por su incidencia para el despliegue de habilidades, como el desarrollo del pensamiento lógico, la capacidad de abstracción, la resolución de problemas y el pensamiento creativo, entre otras. Pero, en los últimos años, estos saberes se han convertido en un objeto de estudio en sí mismos, debido a su trascendencia y su creciente influencia en la vida cotidiana y en el mundo del trabajo.

Los estudiantes necesitan conocer y comprender cómo funcionan los sistemas digitales -soporte material fundamental de la sociedad actual y de sus principales consumos culturales- para poder construirlos o reconstruirlos, en base a sus intereses, sus ideas y en función de su realidad socio-cultural. Esto requiere abordar aspectos técnicos relativos a las ciencias de la computación y a la programación, aplicados a situaciones del mundo real.

El pensamiento computacional, la programación y la robótica no se instalan en la educación como fin último para atender solamente aprendizajes relacionados con la formación científico-tecnológica: estos saberes son fundamentales para la promoción de la curiosidad, el análisis y la experimentación, así como la creatividad. Esto no sólo se relaciona con actividades ligadas a las artes, como el diseño de interfaces, sino que el desarrollo del pensamiento computacional, la definición y deconstrucción de problemas e incluso la creación de algoritmos, se sustentan sobre bases creativas para su comprensión y desarrollo. Asimismo, el aprendizaje de la robótica y la programación, organizado en base a proyectos -que permitan la formulación de problemas y búsqueda de soluciones del mundo real-, facilita el aprender haciendo y favorece el trabajo en equipo y la colaboración. Estos aspectos resultan esenciales para promover el aprendizaje entre pares y forman parte de los modos de construcción de conocimiento y de las culturas del mundo del trabajo de la sociedad digital.

En estos campos de conocimiento confluyen tanto la lógica y la abstracción, como la imaginación, la expresión y la capacidad de idear y de construir en forma individual o con otros.